Terminar un relato es difícil. Cuando contamos una historia necesitamos saber hacia dónde se dirige y debemos conducir hasta allí al lector sin que se dé cuenta a destiempo de cuál es la meta. El final es importante porque perdura en la mente de quien nos lee y, además, porque es el broche que da brillo a nuestro trabajo. Pero no os preocupéis, os lo ponemos fácil.
Tarea del taller:
Os proponemos escribir una historia (un relato muy breve) que termine de una de las siguientes maneras:
- … y después de acariciar las nubes, desapareció.
- … desde aquel día no he vuelto a probar las cerezas.
- … unos años después, el joven encontró en el desván la partida de nacimiento de su abuela.
- … ya no era una niña.
Podéis enviar vuestros escritos a elmaguillo@gmail.com.
El martes 28 publicaremos los mejores.
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