QUIJOTERÍAS (1) Horror vacui



quijotería.
1. f. Modo de proceder de un quijote (2).

quijote (2).
1. m. Hombre que antepone sus ideales a su conveniencia y obra desinteresada y comprometidamente en defensa de causas que considera justas, sin conseguirlo.
(DRAE)


-Decid -le repliqué yo, oyendo lo que me decía-, ¿de qué modo pensáis llenar el vacío de mi temor y reducir a claridad el caos de mi confusión?

(Prólogo 1ª parte del Quijote)


Llevo toda la santa semana escuchando por boca de príncipes, políticos y palabreros al uso infinidad de discursos acicalados de retórica, inflados de verbosidad y oropel estilístico, abigarrados de redundancia y nadería y difundidos hasta la saciedad por todos los medios de comunicación de diverso y contrario pelaje que, solo por esta vez y para la ocasión, se han puesto unánimemente de acuerdo quién sabe bajo qué trapaceras consignas anticrisis y antigripales. No hay más que hojear las páginas de cualquier periódico, escuchar los noticiarios de cualquier emisora o ver cualquier telediario para darse cuenta del entramado que se ha orquestado para calmar al pueblo angustiado por una crisis económica aguda o alarmado por una pandemia que amenaza como un fantasma ubicuo de aviesas intenciones.
Pero lo que a mí de verdad más me alarma es que toda esa confitería verbal y arteriosclerótica se la traga la gente así sin más, sin masticar y sin salivar y, a la postre, sin digerir, lo cual provoca que nuestra conciencia se vaya constituyendo cada vez más fofa, más pesada, más amorfa y más débil, frágil y enferma.
La clave y la puntilla me la dio, hace poco más de una semana, la decisión del comité que diseña las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) de suprimir (sí, habéis leído bien: suprimir) el comentario crítico de la prueba de Lengua Castellana. Ahora todo se va a reducir a un minimalista resumen (máximo 5 líneas) sobre el tema que aborda el texto a “comentar” y unas preguntas de teoría sobre la Lengua y la Literatura castellanas sacadas con fórceps del mencionado texto. O, como decía el ínclito Lázaro Carreter, usar el texto como pretexto, vicio que, a su buen juicio, había que evitar a toda costa de un comentario de texto que se precie. En resumen: que el perfil de alumno neófito que ahora busca nuestra egregia Universidad es el de un autómata, bien dotado para la extracción, manejo y consumo de materiales prefabricados por los individuos de clase Alfa pero en absoluto pensante y menos aún librepensador. A la Universidad le importa un carajo lo que el alumno piense o deje de pensar acerca de cualquier tema de actualidad (por cierto, ahora los textos propuestos serán más impersonales, más neutros, más asépticos). Lo que ahora interesa es que acepte ya de plano y sin ambages lo ya pensado por la élite ilustrada y directiva, y que, además, lo haga sin desasosiego, sin malestar de conciencia y sin protestar, si quiere acceder a la codiciada zanahoria de la carrera que ambiciona.
En fin, es que el Quijote no tiene desperdicio. Leámoslo una vez más -y cuantas veces hiciere falta- para recuperar el buen juicio, la cordura utópica del caballero andante en malos tiempos, como estos, para la crítica. Acabo con una cita -también del prólogo- apócrifa de Horacio:
Non bene pro toto libertas venditur auro. (No hay oro para pagar suficientemente la venta de la libertad)

Paco Ayala Florenciano

No hay comentarios:

Publicar un comentario